miércoles, 12 de noviembre de 2008

Recipiente Cristalino

Tómo el sonido de lo que dices, lo beso, lo disuelve mi boca y lo unto en mi cuerpo…
despliegues mentales, desdoblamientos sensoriales, derrames de mi cuerpo, en otros me vierto, me divierto.

Moldes cristalinos, suaves cristalinos, cuerpos de látex, de metal, cuerpos de viento, de ideal, cuerpos andróginos… mira lo que tus besos hacen conmigo, nada simple, nada singular… provocan.

De soledad se viste esta fantasía, lindo vestido, de noche luce mejor, si al vaciarme hacia dentro quedan al descubierto los invitados. Presencias constantes, se inventan nombres distintos y los intercambian, no puedo saber quién soy; quedo ausente, presente, aislada, las sensaciones quedan capturadas en cultivos, mas tarde puedo saber de qué se trata esto, y me veo ahí…

Solo soy un ser humano, no puedo permitir a la fantasía que se aleje, ¿Qué sería de mí? Sería nada de mí, aunque sinceramente no me atormenta eso, a veces disfruto esa nada.

¿Qué le hago a mi cuerpo?... material de experimento.
¿Qué le hago a mi mente?... recipiente de esencias.
¿Qué le hago a los vacios?... los limpio constantemente porque siempre algo llega a habitarlos, algo irreal.

Comienzo en tus labios y termino muy lejos, comienzo por despertarte sensible y te llevo ahí, no conmigo, sino donde yo…

Comienzo por desearlo y no termino convencida de que mis deseos sean siempre los necesarios. Lo que deseo no es real o no existe lo que me convenza de eso, necesito imaginarlo y tener a la mano un recipiente cristalino donde depositar mis amores explosivos…

Un día lo tomo delicadamente y me siento completamente solo a mirarlo. Otro lo hago explotar intentando desaparecerlo, porque no es verdad que seas tú quien me provoque tanto, eso me lo invento yo… y no sé para qué, ni por qué, ni hasta cuando…