lunes, 19 de octubre de 2009

Luciérnaga del pantano.



-“Me dieron un extraño nombre”, decía la luciérnaga.
-¡Las luciérnagas no hablan!
-Esta si lo hace, y no esta tan equivocada. Repítelo muchas veces y notaras lo extraño que es, no solo el nombre, sino llevarlo a cuestas.

Luciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluci
érnagaluciérnaga/nagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciérnagaluciér/gaciérlunagaciérlunagaciérlunagaciérlunagaciérluna/nalugaciérnalugaciérnalugaciér
n u l c i r g a e ´ a

¿Notas que cuando repites tanto las palabras tu mente se transforma en una especie de bisturí que separa el objeto del significado? aislándolo, despojándolo, o en este caso, le robas el nombre al bicho, eso me gusta (siempre me ha parecido una salvajada desmembrar o separar bichos o humanos, porque mi curiosidad es muy respetuosa de las estructuras reales, creo. Es en mente donde me nace esta curiosidad por separar, fragmentar casi todo, comenzando por mi estructura).

Al respecto, mis ojos de humano me hablaron sobre algo…

-Hace poco vi la imagen de dos hombres descuartizados, y aun que ese tipo de violencia visual la evito, en esta ocasión mi reacción fue distinta, me quede mirando la imagen armando mentalmente los cuerpos (no encontré las manos).

Esta vez no me impactaron los cuerpos inanimados y fragmentados, me sorprendió mi nueva reacción. Será que ya no me dejo violentar ni vulnerar tan fácilmente, será porque ya voy comprendiendo que el ser humano es su depredador, será porque voy entendiendo que todo es una invitación y a la vez una elección.
Será porque cada vez creo y confió más en la intuición que en todo.
Será porque cada vez que no entiendo algo en la conducta humana termino reproduciéndolo.
No se porque será, pero hay veces que ya no quiero entender nada, porque algunas veces también me reproduzco en bestia.

Quilla pregunta.

Quilla: ¿Qué es maduro mamá?...
Mamá: (que pregunta tan difícil, pienso en una respuesta)...una fruta que se puede comer está madura.
Quilla: ¿Y que es maduro en los hombres lobo?
Mamá: Cuando se transforma completamente en lobo y deja a un lado lo humano
Quilla: ¿Verdad que eso no pasa en nuestro mundo?
Mamá: (creo que eso la inquieta y quiere que le diga que no) No, en realidad no pasa, pero en tu imaginación puedes ser una luciérnaga… -ella sonríe y yo sigo con la luciérnaga-.

Luciérnaga del pantano, hay algo que no se puede fragmentar
de lo que uno no se separa, la dualidad.

Vuela luciérnaga en el pantano, ese es tu hogar.
Es tu luz la que a medias permite ver lo que en ahí pasa.

Vuelas luciérnaga tranquila, mirando la ingenuidad de abajo
donde creen que hay cosas que los iluminan.

Vuela la luciérnaga, dibujando su lenguaje en el viento
sin tocar el suelo.