miércoles, 8 de enero de 2014

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Es la música que viene traduciendo las emociones en escenarios (otros),
son las ondas de sonido que al impacto con los cuerpos y presencias crean la composición que ocupa los diversos espacios, haciéndolos visibles y divinamente geométricos (para mí).

D-espacio a espacio cada vez más abstracto y yo disuelta, voy estructurando, codificando y llamando todo lo que se asemeje a estas formas que traigo… y en esta, mi forma de ir hacia algún lado, mientras le daba tiempo al paso, solitaria y ajena a permanecer, a pertenecer, me viene entonces de tu mano lo real, solo al contacto con las formas contenidas en tu cuerpo es que me devuelvo, a mi cuerpo animal y casi humano.

De-vuelta, para dejarme envolver con sonidos y presencias que desconozco, un tú real sin compañero imaginario. Música que se expande en un solo espacio, un sitio seguro, el de saberte aquí, saberte sintiendo, sentirte sintiendo, saber tus sabores, y los míos de nuevo.

De-vuelta porque no me niego a nada que se me parezca.
De-vuelta ella, yo, todas, las vivo y sobrevivo expresando a placer la diversidad de sus formas no contenidas, ahora en ti, presencia de ti, espacio para expandirnos, un lugar, mío.

Es en lo sutil donde permanezco, contemplando todo este manojo de emociones que me traigo de allá, de ti y de aquí dentro, en dónde vago, en donde me descompongo para recrearme, en donde soy, somos, porque me se acompañada con todo esto, gratamente acompañada, por ti, de ti, y a veces hasta por las ausencias inconformes de no poder lidiar con alguien que no sabe vivir en guerra.

Yo no soy guerrera, solo soy naturaleza animal-geométrica-expandida.
Solo se NUTRIR.  

miércoles, 1 de enero de 2014