martes, 21 de junio de 2011

Ando/volviendo/revolviendo/yendo.


-las sirenas ya no cantan-

A veces es preciso hacer un esfuerzo por nadar hasta el otro lado de la profundidad… la otra superficie.

Esos esfuerzos dan distintos resultados, por eso ya no espero nada en particular, es mi voluntad no esperar y ya la profundidad me ha ahogado antes de llegar a algún lugar o a algo. He flotado y me he hundido en ella, tan profundo que vuelvo, por alguna sinrazón, de regreso a mi superficie, a mi realidad.

El deseo, mayor encanto que he encontrado en el terreno hostil del desencanto, mayor encanto no hay que el deseo suave entre las manos, en la boca, en los labios. De momentos vagos construyo historias, momentos para muchos y de nadie en particular, me capturo en deseo para guardarme en ellos, aislarme en el pensamiento, donde no ocupamos espacio.

Cuando el sentido se convierte en un sentir obsesivo y ofensivo, de uno hacia el otro y del otro hacia uno, es preciso nadar de vuelta o hacia el otro lado, ¡pero ya! y salir de ese lago o laguna mental…

No se puede pretender capturar lo que en vida vuela
lo que en vida abre las alas es como la muerte
para todos pero de nadie
¿seremos como la muerte, un deseo negado?.

.... que la sufre como pérdida
cuando todos los días pudiese disfrutar de su aproximación
de su compañía.

... que rompe el encanto de la fantasía
violentándola con intentos fallidos por hacerse parte de ella.

No hay historias reales de este lado, no hay personajes
ni siquiera hay tiempo…

Me hubiese encantado seguir imaginando que soy un terrible monstruo de distintas pieles y muchas bocas, a ver el resultado de cualquier experimento que decido poner en práctica… y es que los resultados son para el mundo, deseoso de conclusiones y materializaciones. No en todo hay conclusiones, ni cierres, ni finales, lo permanente es el deseo, el encanto que vive escapando en una atmósfera que construyo, para respirarla a diario.

-este es el espacio en el que las palabras comienzan solo a venir de todos lado y hacia ninguno, en una sola vos que se fragmenta en diversos diálogos, absurdos, pero coherentes con el estado fragmentado de la mente; ninguno eres tú, ninguno yo, nadie… ANULACIÓN.

Pretensiones… ¿anulación de qué?, definitivamente la estupidez solo le corresponde a lo humano.-