martes, 26 de mayo de 2015

Saltos.



La demencia es el único lugar donde uno podría conciderarse un poco a salvo.

Bastan unos días en casa para volver a desintegrar el cuerpo, desdoblar los espacios y desaparecer. 

Hay quien aún piensa que lo que pasa es que no me gusta salir. 

Si tan solo pudiesen transformarse en nada y acompañarnos un momento, si tan solo tuvieran el valor de arrancarse un poco su ilusión de mundo, si tan solo tuvieran ojos.