martes, 30 de abril de 2013

¿Qué soy :: Qué eres?




De ensueño te sueño…
pero, ¿cómo evadirte?  
si hasta puedo escucharte doliendo
de ti de mi.
El encanto que arrastro  te envuelve
en lento desprendimiento que no ves, porque es,
¿qué es?.

El miedo.
¿quién nos lo invento en la mente?,
lamento, lo siento, vuelvo…
resuelvo, revuelvo fragmentos que no sé de qué historia fueron,
si de las de ficción vueltas real
o las de alguna realidad olvidada
en la levedad de la secuencia inconclusa
que se sabe acabada.

No sé el motivo de mis verdaderos olvidos,
pero hay días que ya no puedo y que ya no quiero
sentir como siento, pensar lo que pienso.

Saberme para después olvidarme entre otras tantas,
que vienen, que desconozco, que no soy y llevo
pero siempre soy yo –la misma– que no entiendo.

¿Qué soy?,
¿Qué eres?.

Qué desorden el que me cargo
de varias que se vuelven contra mi conmigo en mi
haciéndome bestia devorándose de niña,
padeciendo de mis gozos.

¿Quién?.

Me arranca del mundo, al cual no quiero llegar
o no puedo, porque si, lo intento, siempre lo intento,
llegar.
Salir de este vientre maternal que he hecho de mi misma
gestándome a mi misma.
nacer
¿Por qué nacer?

Al mundo del cual me marcho siempre que vuelvo a despertar
por las puertas que voy hallando,
en la imagen, en las letras, en los sonidos
en tu cuerpo de real, de imaginario, de ambos.
Ya no se si eres o si soy o si solo es que aun no salgo,
de tu cuerpo, del mío
o de esta estructura que evita que nada real se me acerque
si es que hay que salir de algún lado
si es que poseo un cuerpo, o me posee alguno
si es que he nacido ya.

No recuerdo
porque estoy inmersa en defenderme
¿De qué?.
debería hacerlo de mi
y de ésta capacidad que voy perfeccionado
para alejar todo lo que se acerca demasiado
a sacarme de aquí y a la vez solo hacerlo de mi
para mi de mi dolerme.

A estas alturas solo mutilándome podría salir de esto.
–no me mutiles, unificándome–.

¿Qué soy, qué eres?
¿Qué tanto niego?
qué sola que eres,
qué sola que soy, error tras error y aprendo
a provocar lo que siempre,
ausencias.

Sobrevivo me obligo mía, de mi para mi conmigo.
¿Qué soy, que no soy lo que veo?
por defenderme de no sé que, si el mundo solo es un lugar donde tantos.

¿Por qué no, solo tú, sola yo, nos vemos nos vamos y ya?,
nos vemos besando–nos vamos
de todo desapareciendo–nos
creemos lo que no nos podemos decir
por creernos en todos lados menos aquí
a donde si hemos venido
en donde si estamos
viéndonos diciéndonos absolutamente nada
que nadie más tenga que escuchar.

¿Por qué no solo me INTEGRO?... y ya.




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