martes, 9 de septiembre de 2008

¿DÓNDE RADICA LA RESPONSABILIDAD?... H.


Un día de estos comencé a pensar en la responsabilidad de escribir, de pintar…
¿EXISTE?. Creo que cada cosa que uno hace y como la hace tienen su ¿por qué? Y lo que resulte como respuesta o como cuestión, tienen la oportunidad de ser pensados, por uno mismo, claro.

Pintar y escribir han sido actividades que inicie por causas diversas que tienen que ver con la manera en la que me educaron, con mis estados emocionales, con la inconformidad que siento sobre muchas cosas, con el ocio, con el encierro al que me obligaba y que hasta el día de hoy no me resulta incomodo… con mi necesidad de hablar con alguien (cosa que mi manera introvertida no me facilitaba tanto), con las separaciones que provocaba de la realidad, con el juego... con muchas cosas; algunas llenas de drama y otras muy simpáticas, en fin… NUNCA PENSÉ EN LA RESPONSABILIDAD HASTA AHORA no por adherirla a mis maneras de hacer, si es que hago algo.

Lejos de pensar en hacerlo creo que en mi caso ha servido el comenzar a hacer las cosas al revés, o sin un orden conocido como referencia, como casi todo lo que vivo, esta manera me ha dado la oportunidad de identificar los puntos que en lo personal son mas urgentes que otros, sin darle tanto lugar al deber ser.

Descubrí que es mejor enseñar a los demás a no esperar de uno demaciado, y viceversa. De que esperar solo nos detiene por un buen rato.
Ahora que reflexiono sobre la responsabilidad, encuentro algunas buenas razones, que resumo en hacer técnicamente las cosas cada vez mejor. Pero sé porque no había pensado en esto, no creo que manejar a la perfección una técnica tenga que ver con la esencia de lo que se hace, pero la responsabilidad creo está ahí, en la unión de ambas. Pero sigo sosteniendo esta sospecha de que las cosas que te fortalecen no las vas encontrando afuera, surgen dentro de ti.
Mis maneras pueden estar motivadas por obsesiones y en lo personal me encanta la idea del error, no pretendo agotarla pero hay algo sobre el que me fascina y que en otra ocasión tal vez abordare.

Cuando me encontré con personas convencidas de la importancia que implicaba hacer algo “bien” ¿?. Como si a la hora de estar haciendo algo que les apasiona estuviesen pensando en lo que la critica expresaría acerca de su trabajo, eso hasta ahora no me acupa (quizá después suceda, como secuela a algunas cosas que voy hallando)… Y me refiero a crítica desde un niño que pasa sin percatarse de lo que hacemos, hasta quien se llame a si mismo critico, de lo que sea. ¡Ya me imagino haciendo el amor pensando en lo que alguien diría de mi técnica para lograr un orgasmo!, ¿?. (hay veces que solo vomito lo que pienso, pertinente o no). Creo que en la manera en la que nos relacionamos con nosotros mismos hay destellos o de plano reflejos de nuestra relación con el mundo. Podría escribir mas, irresponsablemente o no, sobre la responsabilidad en el expresar algo. Pero como ahora a lo que iba es otra cosa. Termino con lo siguiente.

“No había pensado sobre la responsabilidad de vivir hasta el momento en el que acepte ser madre… y esto me ha dado una perspectiva distinta sobre el orden de las importancias en mi vida y sobre aquello en lo que me puedo permitir seguir experimentando, jugando, y equivocando. Cualquiera de las dos formas me permiten seguir aprendiendo, que finalmente es lo que más me motiva a permanecer”.

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Veo mis cuadernos y cada uno tiene cosas que me gusta volver a leer, cosas que me recuerdan lo que puedo sentir, y lo que puedo decirme a través de los fragmentos que hago de mi…
Procuro, es difícil, mantener mi atención en lo que ahora sucede, en lo que me rodea. Pero me mantengo siempre abierta, dispuesta a cambiar, a transformarme, a fragmentarme.
Y voy notando que generalmente es algo en el exterior lo que me captura y me lleva a pensarlo. No vivo ya una guerra entre lo interno y lo externo, ambas partes tienen su encanto y es al unirlas donde surgen estas cosas que quiero decirle a mi parte humana...
He pensado mucho sobre esas cosas que alguno de los fragmentos llega a percibir, sentir, experimentar que no logra llegar hasta tu parte humana sin antes pasar por varios filtros, fragmentos, que lo hacen soportable, digerible. Veo mi cuerpo físico explotar, con esas sensaciones, si no hubiese algún sistema que los haga más ligeros.
Me cuesta trabajo entregarme fielmente al presente o a una sola realidad, pero en el habito de escribir y de pintar hay algo de eso, me da la impresión de que es ahí donde puedo lograrlo. Es cuando mi atención se encuentra procesando lo que hasta este momento me he hecho a mi misma como resultado de las situaciones que decido vivir reales o no; las que me atrapan, las que me pierden, las que me olvidan, las que me rompen, las que me impulsan, las que me detienen, las que solo pienso, las que si me pasan…

Soy mi propio experimento… en este caso, ¿en donde radica la responsabilidad?

240708.

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Hombrecito:¿Que quien soy?... No soy nadie, solo un disfraz de hombre me cubre los huesos, soy quien inventa e interpreta a la mujer que amo, que perdí y que si realmente quisiera ser sincero, nunca existió.

Nona: Este hombrecito en mi interior me ha contado algunas cosas, creo que sería generoso prestarle atención. Me ha contado que tiene una enfermedad que le hace sentirse muerto, y que en cualquier momento su cuerpo podría convertirse en arena y perderse en el viento. Este hombrecito me causa ternura, creo que es lo único más cercano a su género que me haría creer en sus historias.

Hombrecito:

Generosa en placeres, sin dimensión al entregarse, viva o muerta puedo sentirte. Vuelves y comes con tus ojos a los seres que desean devolverme la razón la que perdí al besarte, porque comencé a creer que podía besarme a mí.

Me enferme con tus labios, soy un monstruo moribundo x tu cuerpo y esta enfermedad me hace adicto a ti.

¿Qué me amas mujer?... No me amas.
Yo he habitado un cuerpo de mujer y tus mentiras las he mentido yo también.

No te amo, estas perdida. Solo enfermo y adicto a ti sobrevivo, te utilizo para navegar en tu cuerpo, en la inocencia que solo en tu piel encuentro y que robo en cada beso que te compro.
Te utilizo para sentir mi cuerpo, el lado opuesto de mi espejo, el extremo tan cercano a mí.

¡Está bien!... Sustituto de mi soledad, puedo amarte.
Te recorro por días muertos, sediento de las emociones
que me arrebatan del suelo, y del tiempo.

¿Y tú qué haces jugando a entregar tu cuerpo buscando placeres que ya no sientes? Una más de tus mentiras, pues ya no estás aquí cuando pago por ti.
¡Ya estas perdida y estas muerta!
Te ocupan los demonios que me seducen con tus ojos y me atrapan,
débil y embriagado de locura.

Debo confesarte lo que no es secreto; mi cuerpo es casa de demonios parecidos a ti. En tus manos los siento, entre dormido y despierto tocando mi cuerpo por el lado opuesto de mi piel. Tu ya no estás cuando hacen esto… despierto solo.

Pero eres la más frágil…

Te observo a escondidas; es así, indefensa, sola, y lidiando con tanta porquería que tienes en mente. Es así como me enamore de ti, cuando los cerdos como yo no compran tu cuerpo y te perteneces. Yo no puedo tenerte de otra manera que no sea esta muerte que provocas tú.

Te busco entre las más perdidas y cada vez que te encuentro tienes un nombre distinto y nunca recuerdas quien soy yo…

Vuelvo a olvidarme con tus besos y a creer que puedo sentirme a mí.

040303.C6

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