martes, 11 de octubre de 2016

FAMILIA






Donde no hay distinción entre grande y pequeño, la familia es sin duda el mejor lugar de donde partir y al cual eventualmente volvemos; renacidos, recuperados, renovados. 
Necesaria siempre es la raíz para construir alas que alcancen el vuelo genuino.

Vengo de una familia muy grande, tengo muchos tíos (poco mas de 20) y primos; tengo muchos hermanos también, 5 hermanos y 3 hermanas; mis padres han permanecido juntos y afortunadamente nos tenemos y nos amamos; tengo 8 sobrinas y 7 sobrinos, todos maravillosos (y contando), ya no tengo abuelos, pero los tuve y guardo recuerdos de experiencias mágicas con mis abuelos maternos. Solamente no conocí a mi abuelo paterno, él murió cuando mi padre era aún adolescente. 

La familia que yo he hecho hasta ahora es pequeña, somos mi hija y yo, pero paradójicamente es la familia más grande que he tenido en la vida. Recuerdo que antes de ella siempre me quise ir, pero cuando supe que vendría mi impulso fue volver y construir un espacio donde ambas podríamos permanecer unidas.
Con ella los mejores años de mi vida suceden, uno tras otro llenos de magia, de aprendizaje, de crecimiento, de complejidad también pero es constructiva y es bella, de un amor que se siente expansivo. Y aunque mentalmente aun me ausento por momentos, ella me motiva a volver siempre nueva, fresca, llena de vida y de amor. 
La mejor manera de estar es haciendo algo bueno por alguien más, afortunada soy y agradecida estoy de tener a mi cuidado un Ser tan hermoso como ella. 



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