Hay personas empeñadas en ver el “detalle” en otros sin voltear a ver lo que con eso se hacen a sí mismos, y lo más gracioso de estas personas es que se atreven a “recomendar la autocrítica” a quien manifiesta sus inconformidades desde sí misma.
Hay personas “críticas”, que tienen la enorme necesidad de hablar de los demás (bien o mal, no importa, ven al otro antes de verse a sí mismos). Y hay personas “autocríticas” que hablan de y se exponen a sí mismos. Y como en todo, hay mezclas afortunadas o desafortunadas.
Hay personas que pretenden enseñar el arte de la pesca sin mojarse.
En teoría y en práctica hay pececitos bien güeyes, y no precisamente por participar de algún modo en la pesca, sino porque se “enganchan” a cualquier cosa que les signifique un anzuelo, cuando ni pescador hay.
Lo que concluyo, en este caso, es que “cada quien hace lo que puede con lo que tiene o con lo que se halla”, y eso se respeta; si nuestros modos son afortunados o desafortunados a nadie más le corresponde determinarlo, solo uno mismo.
Todos lo intentamos.
Saludos, ANóNIMO, seudónimo o/y cobarde… o sin cara… o sin nombre… que da lo mismo saber (y no de sabor) quién eres o quien seas cuando te posicionas en la "posibilidad" de ser cualquiera, (sin afán de molestar)... por ahí van algunos "errores".
te recomiendo soltarlo.
Siempre es bueno escucharte..
ResponderEliminarAsí es, solo a cada quien le corresponde determinar la fortuna de nuestros modos y acciones.
Los juicios extranjeros están de sobra, mas aun cuando pretenden calificar algo.
creo que tienes mucha razón en lo que escribes.
Agradezco tu comentario, y recomendaciones nonantzi.
el dialogo, es una capacidad que las personas nunca deberíamos olvidar.
saludos.